21 julio 2013

Episodio 1 : El carnicero

No pasaban más de las 5:00 am cuando desperté, un golpe en la puerta me sacudió de mi placido sueño, adormilado mire por la ventana, era Pedro,- "Que se piensa al venir a esta hora"- balbuceaba mientras bajaba las escaleras a oscuras, - "ni por las noches me deja en paz" - ¿Qué se te ofrece pedro?, ¿Has visto qué hora es? Le cuestioné, en su cara se notaba la pena e incomodidad de alguien que va a pedirte un favor, hizo un esfuerzo y con voz baja me dijo - Eusebio, necesito tu lámpara de mano, a la mía se le agoto la pila. Por favor. - " ¿te has pensado que puedes venir aquí a esta hora, despertarme, solo para pedirme una tonta lámpara? Esta por amanecer porque no esperas la luz del día"- refunfuñe hasta la cocina, lo maldecía, no quiso pasar a la casa, decía llevar prisa, tomo la lámpara, al dar la vuelta dio las gracias.


Regresé a dormir pero era imposible, los perros se despertaron y no dejaban de ladrar, termine por bajar a tomar un vaso de agua, era extraño, al ver hacia la ventana de la cocina que da hacia el patio con alberca había una calma total, una neblina espesa que no había visto cuando vino Pedro, pensé era posible porque estaba adormilado.

Los perros se callaron, a los 5 minutos se escuchó un fuerte tronido, como un rayo o una bomba, no sé cómo describirlo, los perros se pusieron como locos chillaban terriblemente, me aterrorice y no pude moverme, al poco tiempo todo quedo en silencio.

Salí para ver que sucedía pero de nuevo esa calma, la neblina se disipo, volví a la casa y cerré todas las puertas, me quedé sentado en la sala esperando algo más, el cansancio me venció.

A la mañana siguiente, Pedro llego a la carnicería, un poco pálido, tiene un tono de piel amarillo, pero ese día particularmente se veía más pálido, de ese color cuando tienes hepatitis, le pregunté para que quería la lámpara a esa hora de la madrugada, me miro con un frío que hizo me dieran escalofríos, levanto los hombros y dijo -" un asunto casero"- dejo la lámpara sobre la mesa, hice un ademan de inconformidad, como cuando algo te desilusiona, no le tome importancia, volvimos al trabajo, llegaron las reses para ser destazadas, lo de siempre, las empacamos y llenamos el estante, todo era normal, excepto Pedro, que parecía que estaba ahí pero al mismo tiempo no, pero él siempre ha sido así, un poco retraído, a la hora de cerrar, Pedro me pregunto si lo estimaba, "Claro" le dije con una carajada, - le conozco desde la primaria, siempre ha sido una persona seria, temperamento dócil, su vida ha sido en exceso tranquila, de la casa al trabajo, del bar a su casa, en el bar siempre toma agua mineral, solo por acompañarme, -"claro que te estimo"-, le dije, él se quedó mirándome fijo a los ojos, sonrío, de nuevo no quiso ir al bar, me sentí abandonado, pero pensé que quizá tuvo una pelea con Alma y por eso esa actitud.

Alma, una mujer linda, al menos para Pedro, con un brillo misterioso, debe ser que vi eso porque llego un día a la carnicería, preguntando donde podía rentar una casa o un departamento, decía venir de un pueblo llamado Casa Blanca, en la sierra, nunca lo había escuchado, venía a buscar trabajo a la ciudad, tajante en sus palabras, Pedro se escondió en la bodega como un chiquillo cuando ves a una niña linda, me reí tanto ese día en el bar de lo sucedido, él con su cara de vergüenza, -" esa chica te flecho"- le dije con un tono más de burla.

Se casaron después de medio año, yo pague la fiesta, se veían felices, eran tal para cual, él la cuidaba como si fuera un pétalo de rosa, no hacía nada que le disgustara, si eso sucedía, hacia lo imposible por enmendarlo, no han tenido hijos desde hace dos años, tengo cerca de un año de no verla, Pedro dice que se ha dedicado a la casa, ahora recuerdo que mencionó en una ocasión, había ido a su pueblo unos meses atrás, pero como él es algo hermético no me contó más y yo no hice el intento por saber, a mí que me importaba, yo a lo mío, mi carnicería, mis constantes peleas con Angela, tan testaruda, nos divorciamos hace un año y que calvario, peor que los 8 años de casados, si no fuera por mi cría, no aguantaría sus estupideces.

Ahí estaba yo, en el bar, recordando, hablando conmigo mismo, -"Marcelo, dame otra cerveza clara"-, le dije, me pregunto por Pedro, hacia un mes no me acompañaba a mis rondas, no supe que decirle, levante los hombres y me tome un sorbo de cerveza casera bien fría, solo en el bar de Marcelo se toma esa calidad de cerveza, 60 años de experiencia lo respaldan, su padre inicio el negocio, de ahí en adelante es el bar más concurrido de todo San Roman y sus alrededores.



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2 comentarios:

  1. ya estamos a 24 y no ha salido el chapter two , voy a comprar el libro si te sigues tardando.

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  2. Mi estimado Kaiser existe un tiempo para cada capítulo, en un comic es una semana o quice días, en una novela un año... en un cuerto corto mediados de ambos.

    El libro tiene precio en euros, tu dirás ! Beso.

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